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Merced

Venerable Archicofradía de la Celeste y Real Esclavitud de Nuestra Señora de la Merced y Devota Sección de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Obediencia.

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Historia

Breve Historia

Según consta en los archivos Diocesanos del Obispado de Cádiz y Ceuta esta Esclavitud fue fundada en Cádiz el nueve de marzo de 1628. Una época de reconocido esplendor fue durante los años 1658 al 1663, porque el Señor Pedro Ximénez de Guzmán, familiar del Santo oficio y regidor Perpetuo de la Ciudad, y sus esposa Doña Isabel Peláez, en concepto de protectores de la Orden mercedaria, y como oficial de la Esclavitud fundó un muy rico patronato.

También conocemos que, tras una temporada algo alicaída, es reflotada por el M.R. Padre Fray Ambrosio de San Cayetano, Provincial de Andalucía y establecida canónicamente en el Convento de Padres Mercedarios Descalzos de esta ciudad el día 23 de octubre del año 1776, agregada a la Archicofradía a primera Esclavitud de Roma; de la Celestial, Real y Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced, Redención de Cautivos Cristianos por Decreto de 5 de noviembre del citado año 1776, dado en Madrid por el M.R. Padre Vicario General de los Descalzos, Fray Juan Antonio de la Virgen, y ha permanecido hasta nuestros días, en torno a su Amantísima Madre.

 

Las primitivas Reglas y constituciones fueron aprobadas por el M.R. Padre General de la Orden Fray Miguel Ramón de San José el 13 de septiembre de 1777 y por el Juez Eclesiástico del Obispado de Cádiz, Don José Muñoz y Razo, Provisor y Vicario General el 22 de octubre del citado año 1777.

 

Lamentamos, a partir de entonces hasta 1937, no tener más datos históricos. La quema del Convento Mercedario con todas sus pertenencias y archivos nos ha privado del disfrute del rico patrimonio histórico y artístico del que disponías esta Venerable Archicofradía.

 

En 1942 se realiza la  Nueva Imagen de Nuestra Señora de la Merced, obra del imaginero Don Luis Jiménez. Hasta 1948 año en el cual fue inaugurada y bendecida la nueva Parroquia de la Merced, estuvo expuesta a culto en la Iglesia de Santa Cruz, que asumió hasta entonces las funciones de parroquia. Ese mismo año fue traslado en Solemne Procesión hasta su nueva y remozada casa, siendo párroco el recordado sacerdote Don José Sánchez Ortega, que reactivó la alicaída vida del barrio de Santa María.

 

En 1993 la imagen de Nuestra Madre fue restaurada por el imaginero gaditano Don Luis González Rey.

Es co-patrona de la ciudad de Cádiz desde el año de 1885.

 

En 2015 se incorporó al título de la Archicofradía a Nuestro Padre Jesús Nazareno de la  Obediencia.

 

La insignia de la Venerable Archicofradía de la Celeste y Real Esclavitud de Nuestra Señora de la Merced y Devota Sección de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Obediencia se detallan:

 

HERÁLDICA DE LA HERMANDAD

 

  • Son dos escudos ovalados y unidos en sus zonas inferiores, rematados por la corona real.

  • En el escudo izquierdo aparece el emblema de la orden mercedaria; constituido por cruz blanca en campo rojo, símbolo de la Catedral de Barcelona  donde se fundó la Orden Mercedaria el día 10 de agosto de 1218; debajo las cuatro barras rojas en campo dorado simbolizan el reino de Aragón.

  • El escudo derecho está constituido por una S cruzada de arriba abajo por un clavo en campo azul, símbolo de Esclavitud Celestial de María Santísima.

  • La corona de oro que remata el escudo simboliza la majestad del Rey D. Jaime I de Aragón.

  • En la unión de ambos óvalos, un círculo con las iniciales J.H.S. en su interior y rodeando al escudo entero una rama de olivo a la izquierda y una rama de palma a la derecha.

TÍTULOS DE LA ESCLAVITUD

  • Venerable: Concesión por la antigüedad de esta Esclavitud.

  • Archicofradía: concesión realizada por su antigüedad centenaria.

  • Celeste: Por su aparición celestial en la ciudad de Barcelona en el año de 1218.

  • Real: Concesión realizada por el Rey Don Jaime I de Aragón

 

Procesiona el domingo más próximo a la festividad de la Virgen de la Merced (24 de septiembre), a excepción hecha de aquellas salidas extraordinarias como magnas, corpus…

RESEÑA HISTÓRICA DE LA ACTUAL TALLA DE NTRA. SRA. MERCED

Corría el año de 1936, más concretamente el 8 de marzo, cuando la parroquia de la Merced fue asaltada e incendiada por los devenires de la historia, donde tan sólo quedó en pie al parecer su fachada y la torre; con lo cual la hermosa imagen de la Virgen de la Merced datada en el S. XVII también desapareció con el desafortunado acontecimiento.

Un año y algunos meses más tarde la corporación encarga la realización de una nueva talla de la virgen al imaginero gaditano D. Miguel Láinez Capote, cuyo importe  pudo ascender a unas 600 pesetas. Dinero que lógicamente la Esclavitud carecía al haber perdido todo su patrimonio por el incendio, obligando a recaudar fondos por el barrio de Santa María, contando eso sí con el beneplácito del entonces Vicario Capitular Sr. Eugenio Domaica.

En 1938, el que era  Mayordomo el Sr. Baldós,  instó a que era necesaria proceder a reparar el rostro y las manos  de la Virgen, ya que la imagen de la Titular no era del agrado de los miembros de la Junta de Gobierno, y por lo visto de nuevo, en 1940 se procede a adquirir una nueva imagen esta vez obra del Sr. Castillo Lastrucci o del Sr. Vasallo Parodi, los cuales tampoco procedieron a tallar la imagen.

Una vez aprobado realizar una segunda talla el problema era ahora qué hacer con dos imágenes de la titular. Esto se resolvió  una vez se tuviese la nueva imagen, la primera se donase a la Prisión de Cádiz para su capilla. Todo ello  a instancias del Hermano Mayor D. Carlos Irigoyen siendo la propuesta aprobada por unanimidad por la Junta de Gobierno.

Pero no será hasta el año de 1942 cuando definitivamente la talla de la actual Virgen, cara y manos,  es realizada por un miembro de la Junta de Gobierno de la Esclavitud. D. Luis Jiménez Fernández, sirviendo de modelo una joven muchacha del barrio Dña. Rosalía Beardo, que apenas contaba con 17 años  y que cuyo parecido con la virgen, según cuentan sus familiares, era asombroso.

Muy poco sabemos de este jerezano de nacimiento, vecino  de San Fernando y afincado en Cádiz. De profesión  delineante de la Constructora Naval, gran dibujante y muy aficionado a la escultura. Su carrera artística fue escasa y tardía ya que murió joven, en 1943 a los 42 años.

Poco prolífico en cuanto a tallas, ya que tan sólo se le reconocen tres imágenes marianas de candelero. Una virgen del Carmen de 1926, donada por su viuda a la iglesia de Santiago de los Padres Jesuitas de Cádiz. La Virgen de la Esperanza de 1941 que primeramente fue cotitular de la hermandad de las Cigarreras, pasando luego tras algunas restauraciones a la Hermandad del Nazareno del Amor. Y por último la actual Virgen de la Merced de 1942, titular de la Esclavitud del mismo nombre. Todas ellas en Cádiz.

Poco más se puede hablar del proyecto de realización de la talla de la Virgen de la Merced y de su autor, ya que tras el incendio de la parroquia, ningún tipo de archivo ni de documentación quedó a salvo, y que sumado al traslado provisional de la Esclavitud de la Merced a la parroquia de Santa Cruz, no hemos encontrado  más información de lo escrito hasta el momento.

Así pues en este año de 2017 se cumple 75 años de la realización de la actual talla de la Virgen de la Merced, pero no de su bendición, ya que esta se llevó a cabo unos años después, más concretamente un año antes de su regreso definitivo a su actual parroquia, la cual fue consagrada nuevamente al culto el 4 de julio de 1948 por el Obispo D. Tomás Gutiérrez.

Pero de lo que sí disponemos de bastante información es del proceso de restauración que fue sometida la talla de la Virgen en el año de 1994.

Según recoge las actas del verano de 1992, y siendo hermano mayor D. Enrique Colombo Sánchez, una devota hermana de la Esclavitud, Dña. Rita Ferrer se ofreció a recaudar fondos para la restauración de la cara y las manos de la Virgen. En un principio se deja en el aire hasta no saber el posible presupuesto, pero si se aprovechó la visita de un restaurador sevillano, un tal  José M. Bonilla Cornejo, que venía a ver la talla de la Virgen del Amor Hermoso, que por entonces estaba recibiendo culto en la Merced, y así poder dar un posible presupuesto. También quedaba pendiente la realización de una nueva canastilla ya fuese de madera o de aluminio.

Apenas un mes y medio  más tarde, se da luz verde a Dña. Rita comunicándole personalmente que podía proceder a la recaudación para la restauración. La Junta también decide nombrar al Sr. Rodríguez Vázquez como el encargado de buscar un posible restaurador.

A principios del año siguiente, Dña. Rita entrega la recaudación en presencia de la Junta de Gobierno la cantidad de 203.000 ptas., lo obtenido hasta la fecha para la restauración de la Virgen.

Acto seguido se procede enviar escrito al obispado adjuntando el informe y el presupuesto del restaurador. Se decide que una vez se obtenga el permiso por la autoridad eclesiástica, se le transmitirá al restaurador las condiciones en las cuales quiere la Junta que quede la virgen de la Merced.

Un mes más tarde, en marzo de 1993, se recibe una negativa para la restauración por parte del Consejo Diocesano, justificando tal denegación por defectos en el escrito solicitando la restauración. La Junta decide volver a mandar toda la documentación una vez subsanados los errores cometidos.

En junio del mismo año, el imaginero sevillano, Sr. Bonilla hace un estudio de la talla y queda pendiente de enviar el presupuesto. De momento  seguía la negativa por parte del obispado. Pero resulta que también el imaginero D. Luis González Rey, con el cual también se había contactado, ya había realizado un proyecto con su presupuesto, el mismo  que se mandó al obispado. Tras algunas discusiones, la Junta de Gobierno no veía ético estar tanteando a varios escultores, aunque a decir verdad y según recogen las actas, el Director Espiritual el Rvdo. Padre José Mª Díaz, le inspiraba más confianza el imaginero sevillano.

Unas semanas más tarde el Sr. Bonilla Cornejo, presentó su presupuesto que ascendía a la cantidad de 285.000 ptas. Ante esto la Junta decide de nuevo tratar con González Rey, para que especificara mejor los trabajos a desarrollar en la restauración, y que pasara de nuevo su presupuesto.

El Padre José Mª Díaz se comprometió a dialogar con el obispado, pero con la condición de que se hicieran bien las cosas con toda la documentación en regla, y afrontar la restauración con la debida autorización y aprobación del obispado.

El Hno. Mayor D. Enrique Colombo da a conocer el nuevo informe y presupuesto presentado por el Sr. González Rey, ascendiendo a la cantidad de 175.000 ptas., misma cantidad que el informe anterior, pero mucho mejor especificado y desglosado.

Así pues se aprueba por unanimidad que sea el Sr. González Rey el encargado de restaurar a la Virgen de la Merced. Al mismo tiempo se crea una comisión de seguimiento del trabajo de restauración integrada por los siguientes señores Domenech Gómez, Arce Pereira y Rodríguez Vázquez.

A finales del año 93 el propio Padre D. José Mª Díaz solicita a la junta de gobierno copia de toda la documentación con respecto a la restauración con el objeto de ir al obispado y ver la situación actual del proceso.

Tanto es así que el propio Reverendo comunica a la Esclavitud la aprobación por parte del obispado de la restauración en enero de 1994. Así pues el Hno. Mayor Sr. Colombo, como Arce Pereira y Rodríguez Vázquez visitaron  al Sr. González Rey para comunicarle personalmente que ya podía iniciar los trabajos de restauración de la Virgen.

La Virgen una vez restaurada, llegó a la parroquia en mayo de 1994, donde la Junta aprueba realizar una misa de acción de gracias el sábado 14 en la festividad de S. Pedro Nolasco, fundador de la Orden Mercedaria, y un rosario de la aurora para el día 15 de mayo a los 7,30 h; insistiéndose mucho en la obligatoriedad de asistir a dichos actos.

A tales actos se invitó a todas las hermandades de la feligresía, así como a la AA.VV de Santa María, al Consejo Local de HH y CC de Cádiz, y al Consejo Diocesano, mandándose incluso nota de prensa al Diario de Cádiz comunicando los actos.

Más tarde se pensó en la posibilidad de traer a alguien entendido para  vestir a la Virgen, para que enseñara por entonces, digámoslo así, a la camarera de la Esclavitud, conocida como  Angelita.

Se envió escrito de felicitación al propio restaurador D. Luis González Rey, por el trabajo realizado, así como invitándolo a los actos programados. E incluso se aprobó por unanimidad, que fuese el propio Luis González el que enseñara a Angelita a vestir a la  Virgen.

Por último en el verano de 1994 se propone comprar una nueva corona para la Virgen de metal dorado por la cantidad de 350.000 ptas., la cual quedaría expuesta en la capilla del Nazareno de la Obediencia, permaneciendo allí hasta el inicio de la novena, y donde se bendeciría   en la misma vigilia de felicitación de la virgen el 23 de septiembre, a propuesta del Director espiritual.

Pero ¿Por qué se decidió restaurar la imagen de la virgen?

Según consta en el informe del imaginero gaditano Luis González Rey, la imagen presentaba desperfectos en la cara y en las manos. En la zona baja de la nariz se observaba un golpe, hallándose hundida la madera. De igual forma la ceja derecha presentaba una policromía raspada aunque algo disimulada.

Los pendientes a su vez estaban sostenidos por un cordoncillo sujeto a las mejillas de la virgen con papel adhesivo.

La policromía de la imagen por su parte, denotaba claros signos de haber sido alterada mediante productos poco apropiados para su limpieza. Y las manos además de la alteración de la encarnadura, presentaba dedos rotos en la mano derecha, unidos por pegamento, el cual al rebosar había dañado la policromía.

Únicamente con este artículo he querido dar un poco de más luz sobre la historia de la actual  talla de Ntra. Sra. de la Merced en su 75 aniversario de su realización por el imaginero D. Luis Jiménez.

 

RESEÑA HISTÓRICA NAZARENO DE LA OBEDIENCIA

 

La talla presenta un tamaño inferior al habitual y llegó a la Archicofradía de la Merced en la década de los cincuenta tras ser donada a la Parroquia por una señora y entregada por el entonces párroco, padre José Sánchez Ortega, a la corporación.

         Tras escuchar comentarios de varios cofrades sobre su procedencia, con turbulentas historias de por medio, quizás podamos dar a conocer la posible autoría de la imagen, algo que quizás no ha sido objeto de una profunda investigación y su autoría creo que lo merece.

        Y es que posiblemente la cabeza de esta imagen provenga de la Parroquia de San Lorenzo Mártir, donde existía un altar dedicado a los grandes profetas de la historia bíblica que se colocaba en el Monumento del Viernes Santo. Dicho altar sería desmontado y de sus restos salieron otras imágenes o bien se perdieron en el olvido, y el caso que nos ocupa puede ser uno de ellos.

        Esta cabeza pudo haber sido vendida en la postguerra, o bien regalada, y llegar a manos de una fiel jerezana (según algunos de dudosa fama y profesión) que manda al escultor Miguel Láinez Capote que le haga cuerpo y nueva hechura para adaptarlo a una imagen de Jesús con la cruz al hombro, llegando a aplicarle algunos repintes. Láinez con su habitual manejo adecentó la imagen incorporando, según me cuenta un buen amigo, parte de un cuerpo de un santo -puede que franciscano- y siendo de palillería el resto.

        Como ya relatamos anteriormente, de manos de aquella señora se dona la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Obediencia a la Archicofradía de la Merced, aceptándola esta corporación como imagen cotitular a la que rinde culto.

        Volviendo a su paradero inicial, de otra cabeza, del supuesto altar de los profetas, nace la imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas, a la que también Miguel Láinez (y años después Ovando Merino) le ajusta un cuerpo, siendo Titular de la Cofradía que lleva su nombre. Esta imagen, hoy sustituida con acierto por otra de Luis Álvarez Duarte, mantiene grandes similitudes con la del Señor de la Obediencia.

        Estudiosos conciertan la opinión de que la cabeza del antiguo Cristo de las Penas tenía por autor a Cosme Velázquez Merino, activo en Cádiz en el último tercio del siglo XVIII y primero del siglo XIX con obras en la Santa Cueva o la mencionada San Lorenzo, y es por ello que nos decantamos y atribuimos a este escultor la autoría de la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Obediencia.

Es intención de la Archicofradía de restaurar la imagen y en un futuro no muy lejano que pudiera procesionar.

Hno Mayor: D. Gabriel Parodi Pariño

Director Espiritual: Rvdo. P. D. Balbino Reguera Díaz

Hermano Mayor

GABRIEL PARODI MARIÑO

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