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Vía Crucis de la Juventud

«Consiste en acompañar a Jesús en su Pasión y Muerte, en sus horas finales, repasando 14 momentos»

El rezo del Vía Crucis o Camino a la Cruz es una de las más antiguas devociones practicadas por los Católicos en todo el mundo, que surgió de las peregrinaciones que los cristianos realizaban a Tierra Santa. Consiste en acompañar a Jesús en su Pasión y Muerte, en sus horas finales, repasando 14 momentos (las 14 Estaciones del Vía Crucis) desde que fue condenado a muerte hasta su sepultura.

   El área de juventud del Consejo Local celebra cada año  junto a los grupos jóvenes de las Hermandades y Cofradías de Cádiz, el tradicional Vía Crucis acercando aún más a los jóvenes cofrades gaditanos al Señor. 

   El acto se celebra en la Sede Canónica de la Hermandad o Cofradía de la que ha sido elegida la imagen del Vía Crucis oficial. Siendo el grupo joven de dicha Hermandad o Cofradía la encargada de su organización junto a los delegados de juventud del Consejo Local.

¿POR QUÉ REZAR EL VÍA CRUCIS?    LAS 8 RAZONES DEL PAPA FRANCISCO.

1. Nos permite poner nuestra confianza en Él.

“La Cruz de Cristo contiene todo el amor de Dios; allí encontramos su misericordia sin medida. Este es un amor en el que podemos poner toda nuestra confianza, en la que podemos creer…. Confiémonos en Jesús, entreguémonos a él, porque él nunca defrauda a nadie. Sólo en Cristo crucificado y resucitado podemos encontrar la salvación y la redención”. – Discurso, Jornada Mundial de la Juventud, Vía Crucis, 26 julio 2013

2. El Vía Crucis nos indica nuestro lugar en la historia 

“Y tu, ¿quién quieres ser? ¿Como Pilatos? ¿Como Simón? ¿Como María? Jesús te mira y te pregunta: ¿Quieres ayudarme a llevar la Cruz? Hermanos y hermanas, con toda la fuerza de tu juventud, ¿cómo le respondes?” – Discurso,  Jornada Mundial de la Juventud, Vía Crucis, 26 julio 2013

3. Nos recuerda que Jesús sufre con nosotros.

“La Cruz de Cristo soporta el sufrimiento y el pecado de la humanidad. Incluido el nuestro. Jesús acepta todo esto con los brazos abiertos, soportando en sus hombres nuestras cruces y diciéndonos: ‘¡Ten valor! ¡No llevas tu cruz solo! Yo la llevo contigo. Yo he vencido a la muerte y he venido para darte esperanza, para darte vida’ (cf. Jn 3,16).” – Discurso,  Jornada Mundial de la Juventud, Vía Crucis, 26 julio 2013.

4. Nos invita a la acción.

“Pero la Cruz de Cristo nos invita también a dejarnos herir por su amor, enseñándonos siempre a mirar a los demás con misericordia y ternura, especialmente a los que sufren, a los que necesitan ayuda, a quienes necesitan una palabra o una acción concreta”. – Discurso,  Jornada Mundial de la Juventud, Vía Crucis, 26 julio 2013.

5. Nos ayuda a tomar una decisión a favor o contra Cristo.

“[La Cruz] revelas un juicio, a saber, que Dios, al juzgarnos, nos ama. Recordemos esto: Dios nos juzga amándonos. Si yo acepto su amor, entonces estoy salvado, si lo rechazo, entonces me condeno, no me condena él, sino yo mismo, porque Dios nunca condena, él sólo ama y salva”. – Discurso,  Jornada Mundial de la Juventud, Vía Crucis, 26 julio 2013.

6. Revela la respuesta de Dios al mal en el mundo

“La Cruz es la palabra a través de la cual Dios ha respondido al mal en el mundo. Algunas veces parece que Dios no reacciona al mal, que está en silencio. Y sin embargo Dios ha hablado, ha respondido, y su respuesta es la Cruz de Cristo: una palabra que es amor, misericordia, el perdón”. – Discurso,  Jornada Mundial de la Juventud, Vía Crucis, 26 julio 2013.

7. El Viacrucis nos da la certeza del amor de Dios por nosotros.

“¿Qué ha dado la Cruz a aquellos que la han mirado y a aquellos que la han tocado? ¿Qué ha dejado la Cruz en cada uno de nosotros? Ves, nos da un tesoro que nadie más puede dar: la certeza del amor fiel que Dios tiene por nosotros”. – Discurso,  Jornada Mundial de la Juventud, Vía Crucis, 26 julio 2013.

8. Nos guía de la Cruz a la Resurrección.

“Oh, Jesús nuestro, guíanos de la Cruz a la resurrección y enséñanos que el mal no tiene la última palabra, sino el amor, la misericordia y el perdón. Oh Cristo, ayúdanos a exclamar otra vez: ‘Ayer fui crucificado con Cristo; hoy soy glorificado con Él. Ayer morí con él, hoy vivo con Él. Ayer fui enterrado con Él, hoy resucito con Él’”. – Discurso,  Jornada Mundial de la Juventud, Vía Crucis, 26 julio 2013.