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El pasado martes 10 de octubre de 2023, tuvo lugar la apertura del curso cofrade del Consejo Local de Hermandades y Cofradías 2023-2024. La citada apertura fue presidida por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de la diócesis de Jerez- Asidonia, D. José Rico Pavés, andaluz de Granada. Ordenado sacerdote el 11 de octubre de 1992, su primera parroquia fue la de Santo Tomé y partir de aquí su carrera fue meteórica dada su gran valía y preparación. Ha sido profesor de Teología ordinario del Instituto de Teología Espiritual de Barcelona desde 1996 hasta 2012 y de Teología Dogmática en el Instituto Teológico San Ildefonso en Toledo desde 1998 a 2012, donde además fue director desde el año 2008 hasta 2012.

En Toledo fue profesor del Instituto de Ciencias Religiosas Santa María de Toledo (en las sedes de Toledo y Talavera de la Reina), desde 2004 hasta 2012.

De 1996 a 1998 ejerció como profesor adjunto de la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma.

Ha sido profesor invitado en la Facultad de Teología de la Universidad Eclesiástica de San Dámaso, desde 1999 hasta 2013, y en el Instituto León XIII de Doctrina Social de la Iglesia desde 2005 a 2010.

Pertenece al Comité Científico de la Colección Fuentes Patrísticas, de la Editorial Ciudad Nueva.

El 6 de julio de 2012, el  papa Benedicto XVI le  nombró obispo titular de  Mentesa y auxiliar de Getafe.

El 9 de junio de 2021, se anunció el nombramiento como obispo de la diócesis de Jerez-Asidonia.

En abril de 2022 fue elegido presidente de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado.

Así mismo, ha publicado libros, artículos y tiene innumerables citas bibliográficas

El 24 de enero de 2023 recibió el título de Académico de Honor en la Real Academia San Dionisio  de Ciencias, Artes y Letras de Jerez de la Frontera pronunciando una conferencia con el título Dionisio el Areopagita y el renacer de Europa.

Comenzó el acto con la celebración de la Santa Misa, presidida por D. José, concelebrando con el director espiritual del Consejo, el padre Marcos.

Tras proclamar el evangelio de Lucas 10, 38-42, en el que Marta, la amiga del Señor, se queja de que María no trabajó nada y se llevó la mejor parte. D. José explicó ya su pensamiento acerca de la religiosidad popular, porque está bien que trabajemos como Marta en atender a Dios, pero hay que hacer como María en no perder de vista que lo que importa es la presencia de Este y no perder nunca su cercanía, no apartarse de Él y que nuestra vida gire en torno al Señor y todo lo realicemos pensando en Él.

Terminada la misa, pasamos a un aula del Seminario Conciliar de San Bartolomé, donde impartió la conferencia: “Poner las Hermandades en estado de misión”.

Explicó, a grandes rasgos y con gran maestría, el significado de la Carta pastoral de los Obispos del Sur de España, al cumplirse el 30º aniversario del viaje apostólico de San Juan Pablo a Sevilla y Huelva: “María Estrella de la Evangelización. La Fuerza Evangelizadora de la Piedad Popular”.

En la citada conferencia, abundó en la importancia que los últimos pontífices han resaltado,  de la llamada “religiosidad popular”. Desde Pablo VI con la encíclica “Evangelii Nuntiandi” de 8 de diciembre de 1975, donde hablaba de la gran relevancia de la religiosidad popular bien dirigida, hasta Papa Francisco, pasando por Juan Pablo II que visitó España para vivir la romería del Rocío, así como, Benedicto XVI; todos han resaltado la forma de creer de un pueblo que entiende a Dios a su manera reflejado en unos titulares de sus cofradías a los que otorgan todo su respeto, cuidados y cariño.

A continuación comentó las dos partes del documento.

La PRIMERA PARTE del documento sitúa la Piedad Popular en el conjunto de las dimensiones de la vida cristiana para vivirlas de manera transversal. La vida cristiana se apoya en cuatro pilares. Si uno de ellos falla, el conjunto se desmorona.

  1. La primera dimensión de la vida cristiana es la PROFESIÓN DE FE.
    No sólo es declarar un elenco de verdades aprendidas de memoria. Es vivirlo en un contexto de iniciación cristiana. “Los cristianos se hacen, no nacen” (Tertuliano).

La segunda dimensión, es la CELEBRACIÓN DE LA FE.
Si no participamos en los SACRAMENTOS  estamos vaciando de contenido sobrenatural nuestra propia vida. Si nuestra participación en

  1. la vida litúrgica de la Iglesia se enfría, el resto también se desmorona. Tarea de las Hermandades: cuidar las celebraciones.
  2. Tercera dimensión: el COMPROMISO DE CARIDAD.
    “Muéstrame tus obras, y te diré cómo es tu fe. La fe sin obras es una fe muerta” (Santiago). Doble compromiso de los seglares: llevar todas las cosas a Cristo (impregnarlo todo del evangelio) y la tarea evangelizadora.
  3. El cuarto pilar es el TRATO CERCANO CON EL SEÑOR (ORACIÓN).
    Sin el cuidado de la vida interior se desmorona nuestro ser cristiano.

La SEGUNDA PARTE  se refiere de manera específica a las Hermandades y Cofradías. Tres títulos:

PRIMER TITULO:

“LA Piedad Popular como ESCUELA DE VIDA CRISTIANA” (JP II).

Es la primera tarea: para poner a las Hermandades en estado de misión, hemos de configurarlas de tal manera que ellas se reconozcan como escuelas de vida cristiana. Una Hermandad es evangelizadora si se configura como “escuela de vida cristiana”, donde el ejemplo de los que están al frente se convierte en referencia clave para los que vienen detrás.

SEGUNDO TÍTULO:

QUE LAS HERMANDADES SEAN REFUGIO DE MISERICORDIA.

La tarea evangelizadora debe llevar a todos el bálsamo de la misericordia para curar las heridas que nos afectan de tantas maneras (cf. Papa Francisco). Tener la capacidad acoger para transmitirles lo que el Señor ha puesto en nuestras manos para curar las heridas del corazón, de rupturas en el ámbito del matrimonio, de la educación de los hijos, de la relación entre los hermanos…

¿Cómo pueden las Hermandades convertirse en refugios de misericordia?  Sencillamente, haciendo de las obras de misericordia su programa de vida.

TERCER TÍTULO:

QUE LAS HERMANDADES SEAN PORTADORAS DE ESPERANZA.

Benedicto XVI decía: podemos esperar porque al final de nuestra vida sabemos que hay alguien que nos espera. Lo originario de la esperanza cristiana se apoya en la certeza que nos da la fe, la seguridad de sabernos esperados por el Señor.

Resumiendo, insistió D. José, en los pilares que deben conformar la vida de los cofrades y sus bases que al fin, son los pilares de la vida del auténtico seguidor de Cristo:

-Fortalecer y aumentar la fe en Dios, dándose la circunstancia curiosa de que, así como antes eran los padres los encargados de dar la fe a sus hijos, hoy se da el fenómeno inverso, pues son muchos los hijos que llevan a sus padres a la Iglesia, muchos a través de la Hermandades y Cofradías´

-Mantener el Culto a sus sagradas imágenes sin olvidar lo que significan

-Ejercer caridad y misericordia como aprendimos de señor y esperamos de Dios que la tenga con nosotros. El mandato fundamental del cristiano es el AMOR.

-y por supuesto la formación para que oremos permanentemente a Dios y de la mejor forma.

Terminada la conferencia y tras un turno de preguntas, se sirvió una copa de vino español en la que muchos asistentes aprovecharon para departir animadamente con el señor Obispo quién atendió a todos con gran cordialidad.