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Miguel Ángel Sastre, el pregonero más joven de la Semana Santa de Cádiz con tan solo 29 años, anuncia ya una nueva Semana Santa, la de 2025. El Gran Teatro Falla fue escenario para su declamación en la que utilizó su profesión de arquitecto para ir construyendo un pregón desde sus cimientos hasta la cúpula, representados en la Catedral de Cádiz.
Unos cimientos sólidos gracias a la Fe inculcada desde la infancia. Tras la construcción de esa base, comenzó a levantar la estructura, edificada con sus vivencias como cofrade desde la adolescencia y la juventud, en Humildad, sino también en Vera Cruz, en Buena Muerte, Ecce Homo y Servitas, sus hermandades.
Y el remate, la cúpula, cerca del cielo, donde se intermedia entre lo Divino y lo humano. Un lugar cerca de ese Reino de los Cielos que nos regala Jesús por su Resurrección, rematando su texto con una dedicatoria de Nuestra Señora de la Amargura.

En el escenario, un gran dibujo de la Catedral de Cádiz realizado por el arquitecto, y su profesor, Francisco Granero, y un bodegón formado por una casulla de la Orden Servitas, un incensario de Ecce Homo, su túnica de Humildad y Paciencia, cinco rosas rojas como las que luce el Cristo de Vera Cruz y el crucifijo del palio de la Virgen del Mayor Dolor de Buena Muerte, además de estar sus medallas y el escapulario de Servitas sobre una mesa.

El pregonero fue presentado por el periodista Ángel Expósito, que realizó un alegato en defensa de Cádiz y pidió a los gaditanos que creyesen y apostasen por su ciudad y su Semana Santa.

Tras el «He dicho» de Sastre, el joven cofrade recibió una fuerte ovación del público que llenada el Gran Teatro Falla y que disfrutó de un texto lleno de vivencias, emociones, experiencia y una defensa de su Fe.